domingo, 24 de febrero de 2013

DAMIÁN PATÓN RESEÑA HACHAZO DE METRÓNOMO


Solo nos sirven los héroes, cuando están muertos”. Es uno de los versos de HACHAZO DE METRÓNOMO, pagina 39. HACHAZO, es un libro pequeño en tamaño, condensado y licuado en palabras de fuego petrificado. No voy aquí a desgranar cada poema-, sería absurdo-, pero si puedo transmitir lo que HACHAZO DE METRÓNOMO, ha depositado en mí. Para leer este libro, es preciso dejar atrás el sentido de la lectura de una poesía ñoña, viajera en las estaciones de metro. Este libro no va ayudarte a descansar sus poemas, son bloques de hielo, navajas cortantes sacadas del afilador, que desgarraran la membrana de los sentidos. En Hachazo hay una gran desilusión y por lo tanto si cabe, una gran esperanza. Los versos están regulados, cincelados a conciencia. Han sido puestos a madurar en el barbecho de la razón y al final, han surgido vigorosas espigas, donde cada palabra al primer impacto parece una bocanada de aire frio en pleno desierto ártico. Cuando comencé a leerlo por primera vez, me dejo tieso como la mojama. Sentí que era muy frio. Generalmente la poesía tienda abrir puerta a una percepción interior nuestra dispuesta y eso es lo que ocurrió. HACHAZO abrió puerta y me di cuenta de que me faltaba mucha más poesía que leer. Uno siempre busca en los autores que lee, influencias lejanas. HACHAZO, parece un libro amurallado en sí, en sus poemas candentes, crepitando sus versos en muchas decepciones, en el curso y el devenir de nuestro ego, en la muerte que seremos y en la vida que vivimos muriendo. Hay un vigor que intenta contenerse aferrado a la razón. El autor, en mi percepción como lector, no deja escapar su visceralidad y por eso; salta a la vista, que estas palabras frías, se convierten en brasero de hielos candentes. Y duele. Volví a leer el libro de segundas y entonces entendí. En una ocasión le dije al autor, que el libro me parecía más dominado por el intelecto que por la poesía…ahora sé que usó toda la artillería de su razón, para no dejarse llevar por la demagogia de los sentimientos. Pero en ese curso intangible hay mucha esperanza, hay mucho conocimiento y la poesía se convierte en una música que alguien te susurra a oscuras en medio de la luz de la hoguera.


Se diría que el cielo arde,

Y las llamas, que son de luz,

Transmiten la monotonía

De un metrónomo”.


Otro verso del mismo poema: AMANECE EN VERSOS DE JUVENAL:


“Se diría que la vida arde,

Que la luz concluye,

Que la muerte lleva el diapasón

Ligeramente adelantado”.


(Versos que están en las pagina 30/31


Esa sombra planea en todos los poemas: muerte, el paso del tiempo…lo que se extinguió…Hay tanta melancolía y angustia en estos versos. Es la belleza de la esperanza que parece desesperanza. Ya no puedo decir más. No voy añadir más palabras. Leed el libro. Podemos viajar con HACHAZO DE METRÓNOMO, en estaciones de metro. Leerlo en habitaciones solitarias, en calles con parques fríos o simplemente leerlo como una hoja de ruta contra la soledad del que siente demasiado, pero está acompañado. Es poesía.

Para contactar con el autor: Frenetico40@yahoo.es
http://literaturapsicodelica.blogspot.com.es/2013/02/sobre-hachazo-de-metronomo.html?spref=tw